De otro lado, el Gerente de Estudios Económicos de la AAP resaltó el avance significativo que se ha observado en la venta de vehículos pesados, tanto a nivel mensual como en lo que va del 2022. Así, la venta de camiones y tractocamiones registró 1,573 unidades en el quinto mes del presente año, cifra superior en 32.4% a lo registrado en mayo de 2021. Por su parte, entre enero y mayo del 2022 se vendieron 6,723 unidades, incrementándose en 9.4% a tasa anual. “El desempeño positivo que registran los diversos sectores económicos es lo que impulsa estos resultados. Particularmente, aquellos que demandan de manera intensiva dichos vehículos, como la minería, además de la eliminación de las restricciones de tránsito en todo el país, que facilita la circulación y el normal desenvolvimiento de las actividades económicas”, dijo el economista tras precisar que otra razón también es la puesta en marcha de inversiones ya programadas en algunas actividades económicas. Sin embargo, anotó, dicho efecto se desvanecería en los siguientes meses en línea con las desfavorables expectativas para la inversión privada.
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En cuanto a la venta de minibús y ómnibus, ésta llegó a 239 unidades al cierre de mayo del presente año, expandiéndose 92.7% frente a similar mes un año atrás. Igualmente, durante los primeros cinco meses del 2022, se vendieron 1,128 unidades, cifra superior en 46.9% a tasa anual. El destacable crecimiento en la comercialización de dichos vehículos fue influenciado por la baja base de comparación y por la recuperación que se observa en el sector transporte de personas, tanto a nivel urbano como interprovincial, ya que, ante el levantamiento de restricciones de circulación y aforo, han empezado a funcionar a mayor plenitud. Asimismo, “la recuperación de actividades como el turismo y entretenimiento, además del retorno a las actividades presenciales en centros educativos y laborales también han sido elementos importantes detrás de la recuperación de las actividades relacionadas al transporte de personas, así como de la venta de ómnibus y minibús”, puntualizó Morisaki.
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Por otra parte, se vendieron 31,972 vehículos menores (motos y trimotos) en mayo de 2022, anotando una variación negativa de 13.6% frente a igual mes del 2021, mientras que durante enero-mayo las ventas de dichos vehículos sumaron 160,219, cayendo en 9.9% en comparación con similar periodo del año pasado. Al desagregar la información se observa que la venta de motos retrocedió a 22,453 unidades en el quinto mes del 2022 (-13.9% interanual), en tanto que en lo que va del presente año las ventas se situaron en 111,904 unidades (-6.6% interanual). Finalmente, se vendieron 9,519 trimotos en mayo último y 48,315 unidades en los primeros cincos meses del 2022, cayendo en 12.9% y 16.9% a tasa anual; en cada caso. “La disminución en la venta se explican por la normalización de la demanda, tras dos años en donde las ventas de motos y trimotos reportaron tasas de crecimiento significativamente altas”, apuntó Alberto Morisaki tras explicar que con el levantamiento de un buen número de restricciones por el COVID-19, el uso del transporte público y la presencialidad a restaurantes, comercios y lugares afines se incrementó. Asimismo, la menor venta responde al aumento del nivel general de precios, que a su vez reduce la posibilidad de consumo de bienes por parte de las personas, entre ellos los duraderos como son los de este segmento del mercado.
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Para los siguientes meses, dijo, es importante seguir de cerca diversos factores que podrían alterar el desempeño de las ventas de vehículos. La guerra entre Rusia y Ucrania, la desaceleración de China y la misma pandemia son fuentes de riesgo para el mercado. De otro lado, la liberalización de los fondos de las AFP y de las CTS le daría un impulso al consumo privado, aunque su impacto sería menor al del año pasado, debido a que en este nuevo retiro la disponibilidad de fondos sería menor. En ese sentido, a pesar del buen arranque en las ventas de vehículos, las perspectivas para lo que queda del año no son auspiciosas. Por un lado, la inflación se mantendrá elevada, los índices de confianza del consumidor y expectativas empresariales continuarían en el tramo pesimista, y el contexto internacional seguirá complicado con problemas en las cadenas de suministros, altos costos de fletes marítimos, y menor crecimiento mundial.
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