El futuro de los negocios: la tecnología móvil Por Bill McDermott y Jim Hagemann Snabe, Co-Presidentes Corporativos de SAP AG

   Bill McDermott y Jim Hagemann Snabe, Co-Presidentes Corporativos de SAP AG, reconocido desarrollador de software de negocios. Las opiniones aquí expresadas por los autores se emiten estrictamente a título personal 

En el Foro Económico Mundial llevado a cabo recientemente en Davos, Suiza, los líderes políticos y de negocios que debatieron cómo mejorar el planeta debieron velar por el desarrollo y por un crecimiento más dinámico de las tecnologías móviles, a sabiendas de que constituyen un vehículo que elimina barreras, promueve la inclusión y genera oportunidades para aquellos que de otra forma quedarían condenados a mantenerse al margen de la economía digital.

Las aplicaciones y el software para teléfonos móviles ayudan a las empresas de todos los sectores de la sociedad a encontrar soluciones a sus problemas. Un acuerdo cerrado precisamente en Davos, establece que las torres de retransmisión para telefonía celular en India serán alimentadas por energía solar. Es un típico caso en el que se observa progreso en la dirección apropiada. Y necesitamos  más de este tipo de iniciativas: crear nuevas aplicaciones de software móvil, desarrollar más innovaciones en el área de estas tecnologías y obtener mayor apoyo de los líderes políticos alrededor del mundo en torno de este tema.

Existen aproximadamente 4,600 millones de teléfonos móviles en el planeta. Incluso la población de escasos recursos los adquiere masivamente. ¿Por qué? Porque se han convertido en la piedra angular sobre la cual se está edificando el desarrollo económico global. Veamos un ejemplo que valida este argumento: un caso en el cual la tecnología móvil marcó una importante diferencia en un remoto rincón de Sudáfrica, donde no hay centros comerciales ni vías pavimentadas y donde las comunidades rurales dependen de pequeñas tiendas de barrio llamadas “spaza”, que a menudo atienden desde locales adaptados en los hogares de sus propietarios.

Un proyecto piloto de software móvil permite ahora a los dueños de estas tiendas reaprovisionarse mediante el uso de una aplicación en sus teléfonos celulares que los comunica con un intermediario que acumula todas las solicitudes de las spaza, coloca pedidos por volumen ante mayoristas y se asegura que las provisiones lleguen a su destino final. El proyecto es revolucionario y establece una nueva época para estas tiendas, como pueden dar fe sus propietarios.

Anteriormente, un número considerable de estos comerciantes quedaba forzado a cerrar sus tiendas para viajar al centro de distribución mayorista más cercano, usualmente ubicado a medio día de distancia, perdiendo así una cantidad de ingreso sustancial y parte de sus utilidades. Ahora, emplean sus teléfonos celulares para colocar órdenes de mercancías. Además, en el corto plazo, aquellos que no posean cuentas bancarias, podrán comenzar a pagar mediante aplicaciones para pagos móviles.

En Ghana, aplicaciones de software basadas en telefonía móvil mejoraron el nivel de vida de 1,500 recolectoras de nueces de karité. Esta red de mujeres campesinas de bajos ingresos se organizó en 83 grupos, cada uno liderado por una mujer con un teléfono celular, que utiliza para obtener información sobre los precios del mercado local por vía de mensajes SMS. Luego de vender la nuez en crudo, estas personas acceden a una panorámica sobre la cadena global de abastecimiento de manteca de karité, donde generan una segunda fuente de ingresos. Un estudio conducido por la Universidad de Stanford concluyó que la nueva tecnología mejoró sustancialmente los ingresos de estas mujeres, elevando sus niveles entre un 59 y un 82 por ciento.

En Asia, los pescadores de aldeas remotas de Bangladesh pueden acceder a información vital sobre los mejores precios que se ofrecen para su pesca, llamando a través de sus teléfonos móviles de 20 dólares, en lugar de viajar al mercado más cercano y vender al precio que se les pida. Como éstas, existen muchas otras historias.

Diversos estudios demostraron que la introducción de 10 nuevos teléfonos móviles entre cada 100 personas de un país en vías de desarrollo puede incrementar entre medio y un punto porcentual su tasa de crecimiento del PIB.

Como se mencionó, ya hay unos 4,600 millones de teléfonos móviles en funcionamiento, pero el verdadero impacto de las comunicaciones móviles apenas comienza a vislumbrarse en el horizonte. A medida que las compañías de software se involucren decididamente en esta área, veremos saltos en el crecimiento de este segmento similares a los que observamos durante la transformación de la industria de la computación. La explosión del mercado del software benefició empresas, racionalizó procesos, mejoró la eficiencia y habilitó modelos de negocios completamente nuevos. A esto siguió una era de notable prosperidad y no sólo a nivel del mundo desarrollado.

Estamos ad portas de un boom de similar magnitud, pero esta vez en el sector de la telefonía móvil. Los dispositivos móviles ocuparán muy pronto el lugar de los computadores portátiles en las empresas, a medida que las compañías de software continúen innovando sus plataformas de software móvil y comiencen a ofrecer y modificar la manera como operan las empresas y los consumidores.

Hoy en día, aunque los llamados “teléfonos inteligentes” nos dan una idea de lo que vendrá, la mayoría de móviles siguen siendo básicamente dispositivos para sostener conversaciones. No obstante, a medida que se agreguen más servicios a través de software, se abrirán nuevos universos para los usuarios. Evoquemos al omnipresente Apple iPhone: una verdadera máquina de software móvil.

Gracias a la caída permanente de los precios de los semiconductores y las pantallas, muy pronto los teléfonos inteligentes estarán al alcance de más personas. Tal como hace años la oferta de dispositivos móviles a precios cercanos a los 20 dólares era algo inconcebible, pronto veremos teléfonos inteligentes que se comercializarán a precios que hoy nos parecerían irracionales. De acuerdo con la firma de investigaciones Gartner, las ventas de teléfonos inteligentes superarán las de las computadoras personales a fines de 2011.

Pocas tecnologías generaron un cambio global tan notorio y en tan corto tiempo como la telefonía móvil. Su disponibilidad generalizada hizo del mundo un lugar más “democrático” y  posibilitó niveles superiores de transparencia empresarial: un aspecto esencial de la sostenibilidad corporativa. La transparencia reduce los riesgos, propicia el crecimiento, da rienda suelta a la creatividad y otorga poder al individuo, aspectos que deberían ser el objetivo compartido a trazar en este mundo altamente conectado. En la nueva realidad que surgió tras la reciente crisis financiera, los líderes del mundo político y los del mundo de negocios deben reconocer el poder transformador que tienen las tecnologías móviles en términos del desarrollo social y económico.

La tecnología de la información puede constituirse en el agente del cambio, al mejorar los estándares de vida  de las comunidades emergentes, reunir a las personas y, ¡sí!, cerrar la brecha digital. En los países en vía de desarrollo, a menudo la única manera de participar en la economía digital es a través de los dispositivos móviles. Creemos firmemente en el poder que posee la tecnología de la información como promotora de la innovación social, sea a través de la educación o de un mejor acceso a las oportunidades económicas.

La productividad no crecerá así como así, por el simple hecho de ver videos en teléfonos móviles. Pero si aprovechamos la movilidad para agilizar los procesos de negocios y acceder a la información en tiempo real, podremos cambiar el mundo.