Inteligencia para el consumidor, el futuro de los analíticos / Por: Stephen Brobst Director de Tecnología de Teradata.
IDC estima que para 2013, aproximadamente, 2.2 billones de personas en el mundo usarán la Internet y un billón de dispositivos móviles serán usados para acceder a la web. Usando smartphones y otros dispositivos móviles, los consumidores tienen acceso simultáneamente a cualquier persona o cualquier cosa en la red y sin importar donde estén. Los dispositivos móviles se están convirtiendo en la nueva norma.
El acceso para los consumidores es el futuro
La proliferación de los dispositivos móviles y los nuevos tipos de consumidores están conduciendo a una revolución en requerimientos de acceso generalizado al contenido del data warehouse. Históricamente, los almacenes de datos han sido construidos para proporcionar inteligencia a los trabajadores sobre información de negocio dentro de las grandes empresas. Una nueva generación de consumidores está emergiendo con una mentalidad de "hazlo tu mismo", relacionados con la tecnología y una sofisticación sin precedentes en el uso de los datos para tomar decisiones personales. Este cambio en el comportamiento de los usuarios está creando una demanda sobre la capacidad de Inteligencia para el Consumidor en la cual el acceso directo a los datos es necesario para la toma de decisiones personales.
Este cambio hacia la inteligencia para el consumidor es el siguiente paso en la evolución de la penetrante Inteligencia Empresarial o de Negocios (BI). Al principio, los almacenes de datos se construyeron para la toma de decisiones estratégicas en la torre de marfil corporativa de las empresas. Como los almacenes de datos se volvieron "activos" para apoyar operaciones de BI, grandes cantidades de usuarios se han añadido a las áreas de soporte de primera línea del negocio.
Facilitar el acceso de los consumidores al almacén de datos es el siguiente paso lógico en esta evolución de la predominante BI. Los consumidores de la generación Y y Z han crecido con la tecnología a su alcance y acceso instantáneo a la información; por eso, no es de extrañar que –llegado el momento- exijan los servicios de inteligencia de las empresas y agencias gubernamentales con las que interactúan. La proliferación de los dispositivos móviles encendió aún más estas demandas.
Aplicaciones para diversas industrias
Ofrecer a los consumidores acceso a datos a través de la empresa y datos de iniciativas de gobierno creará oportunidades para numerosos servicios de valor agregado, a través de una amplia gama de industrias:
Servicios financieros: No es sorpresa que las compañías de servicios financieros han empezado a crecer gradualmente en el área del consumidor inteligente. Grandes bancos a nivel mundial han proporcionado capacidades en sus sitios de banca por Internet para que los clientes de banca minorista analicen sus propios datos personales, con la finalidad de apoyar la toma de decisiones. Estos sitios proporcionan un acceso seguro y detallado a los datos históricos, junto con aplicaciones analíticas, para hacer la planificación financiera personal, la cual está disponible las veinticuatro horas y los siete días de la semana. Esto es muy diferente de la banca tradicional, en la que a un cliente de retail se le proporcionan dichos servicios a través de un asesor financiero personal en una sucursal bancaria durante el horario de atención determinado.
Salud: La tecnología de sensores permitirá a los consumidores tener visibilidad de múltiples y diversos datos sobre muchos aspectos de sus vidas. Por ejemplo, los sensores para el cuidado de la salud destinados a recoger los signos vitales del cuerpo humano, junto con la próxima generación las aplicaciones móviles de salud, o mHealth, ofrecerán a los consumidores un mejor seguimiento de su estado de salud y las acciones necesarias para evitar situaciones críticas.
Energía: Se ha puesto en marcha el uso de medidores inteligentes en hogares residenciales en diferentes regiones del mundo. Estos dispositivos de sensores harán un seguimiento del consumo de energía a un nivel detallado para cada hogar. Por otra parte, los modelos analíticos se han construido de tal forma que pueden reconocer “los signos” del consumo de energía asociado con los electrodomésticos más importantes. Las posibilidades analíticas de estas aplicaciones implican escenarios hipotéticos para explorar el potencial de ahorro de costos asociados con las opciones para cambiar los patrones de consumo.
Transporte: Casi todos los vehículos comerciales son configurados con sensores, y es probable que los vehículos de uso común tengan aparatos de este tipo en un futuro próximo. Los datos recogidos por los sensores permitirán el seguimiento y el análisis de los hábitos de conducción, por lo que será capaz de mejorar la eficiencia del combustible, la seguridad e incluso reducir los costos de seguros como una recompensa por los buenos hábitos de conducción.
Requisitos del sistema
Inicialmente, muchas de estas capacidades de inteligencia para consumidores se desplegarán con un navegador basado en la web e implementaciones móviles. Para una mayor facilidad de uso, estas implementaciones serán desarrolladas para apps móviles también. La Inteligencia para el Consumidor, que se utiliza con poca frecuencia, será probablemente mejor implementada utilizando la tecnología web móvil. En tanto, la inteligencia para el consumidor se convierta en parte de la vida cotidiana, el paradigma de las aplicaciones móviles será superior.
El despliegue de aplicaciones de inteligencia de consumo cambiará la manera en la que la información se suministra y se utiliza desde los almacenes de datos. El valor proporcionado, tanto para las empresas y los consumidores, a través de una amplia gama de industrias, ha demostrado ser muy alto. La Inteligencia para el Consumidor facilitará las decisiones informadas para los usuarios y la retención de clientes para las empresas que proporcionan estas aplicaciones. La puesta en práctica de la inteligencia para el consumidor demandará niveles de escalabilidad nunca antes vistos de la infraestructura de almacenamiento de datos; decenas de millones de consultas por día y menos de un segundo como expectativa de tiempo de respuesta.