Estudio de EEUU demuestra que cobre en aeropuertos reduce el riesgo de propagar enfermedades a nivel mundial
Las crisis de salud pública de la última década, como el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS) en 2003 o la gripe pandémica H1N1 en 2009, más conocido como la Gripe A, han demostrado la gran capacidad que tienen las enfermedades para viajar y propagarse alrededor del mundo. Y a menudo cogen el avión para ello.
El SARS se expandió a 37 países y acabó con la vida de alrededor de 1.000 personas. La Gripe A, mucho más destructiva, causó 300.000 víctimas mortales en todo el mundo.
Un estudio realizado en los 40 aeropuertos más grandes de Estados Unidos (EEUU) por investigadores del Departamento de Ingeniería Civil y Medioambiental del Instituto Tecnológico de Massachusetts y publicado recientemente en la revista científica ‘PLOS One’, ha demostrado que instalar cobre en las terminales puede reducir el riesgo de propagación de enfermedades a nivel mundial.
Para ello, los expertos han tenido en cuenta el tráfico aéreo, los patrones de viaje de los pasajeros, la ubicación geográfica, las interacciones entre las terminales e incluso los tiempos de espera, con el objetivo de medir el potencial de propagación de agentes patógenos entre los aeropuertos estudiados.
Debido al riesgo que supone el paso de millones de personas por estas superficies para la propagación de agentes patógenos, varios aeropuertos del mundo han tomado medidas para la prevención de este tipo de riesgos, utilizando espacios de cobre para neutralizar posibles amenazas.
El cobre y sus aleaciones son materiales antimicrobianos, lo que significa que bacterias, virus y hongos no pueden sobrevivir en estas superficies. Además, su eficacia se mantiene intacta en el tiempo sin necesidad de rutinas de mantenimiento dado que es una propiedad natural del material.
El Aeropuerto de Congonhas, uno de los de mayor tránsito en Brasil, instaló superficies de cobre en barandillas y mostradores con el objetivo de neutralizar este tipo de agentes patógenos. Su análisis microbiano ha demostrado una disminución significativa en las nuevas superficies de cobre antimicrobiano.
Asimismo, las pruebas iniciales realizadas en las superficies de cobre demostraron que el nivel residual de bacterias que sobrevivían era de menos de 10 unidades formadoras de colonias (UFC) por centímetro cuadrado. En las mismas pruebas realizadas en superficies de acero inoxidable, los resultados fueron de más de 800 UFC por centímetro cuadrado.