PERÚ: El consumo muestra signos de recuperación con expectativas favorables para 2025

Por: Romina Lucanera, Customer Success Manager de NIQ

El panorama macroeconómico de Perú ha mostrado signos positivos durante 2024, marcando un rumbo hacia la recuperación en 2025. Este contexto proyecta un escenario alentador, tanto para las empresas como para los consumidores. Sin embargo, la desigualdad persiste, y la pobreza monetaria, que ha incrementado en los últimos años, sigue limitando el poder adquisitivo, lo que mantiene el consumo en niveles restringidos.

Aunque el entorno económico es más favorable, la recuperación del poder de compra será gradual. Es previsible que el consumo, aunque comience a reaccionar positivamente, lo haga a un ritmo moderado debido al impacto prolongado de la contracción económica en los hogares.

De acuerdo con datos de NielsenIQ, líder global en inteligencia del consumidor, el consumo peruano presentó una contracción sostenida desde abril hasta septiembre de 2024. Sin embargo, en octubre se registró un punto de inflexión con una desaceleración en la caída, alcanzando un -1.6% frente al mismo periodo de 2023. A pesar de esta mejora, el consumo acumulado en 2024 registra una contracción del -1.1% respecto a 2023.NielsenIQ1 20250116

Dinamismo por categorías

Entre las categorías analizadas, alimentos fue la única que mostró un crecimiento positivo (+1.1%) debido a la priorización del gasto en productos básicos durante periodos de incertidumbre económica. La categoría de limpieza comenzó a estabilizarse en los últimos meses, logrando un crecimiento acumulado del +0.3%.

Por otro lado, las categorías de bebidas sin alcohol (-0.7%), bebidas alcohólicas (-1.5%), tocador (-2.9%) y, especialmente, confitería (-6.7%), continúan en contracción, aunque con una desaceleración en su ritmo de caída en el último trimestre. El caso de la confitería destaca como el más afectado debido al fuerte incremento en los precios de materias primas esenciales, lo que encareció significativamente los productos finales.

Crecimiento del canal moderno impulsado por discounters y tiendas de conveniencia

El canal tradicional (bodegas y mercados) sigue siendo predominante en Perú, representando cerca del 65% del consumo. No obstante, en 2024, este segmento ha enfrentado una caída significativa que afecta el desempeño general del mercado.

En contraste, el canal moderno (supermercados, discounters y tiendas de conveniencia) ha mostrado un desarrollo positivo, impulsado por la apertura de nuevas tiendas de cercanía. Aunque su crecimiento no ha sido suficiente para compensar las pérdidas del canal tradicional, discounters y tiendas de conveniencia han ganado participación al responder mejor a las necesidades de los consumidores con presupuestos ajustados.

Supermercados e hipermercados, por su parte, han logrado estabilidad gracias a estrategias promocionales agresivas, especialmente en la categoría de alimentos.

Los consumidores, cada vez más sensibles al precio, prefieren realizar compras pequeñas y frecuentes en tiendas cercanas. En las tiendas de conveniencia, el 50% de las transacciones no supera los 5 soles, y el resto rara vez excede los 10 soles. Esto refleja una tendencia clara hacia un consumo más acotado y selectivo.NielsenIQ2 20260116

El consumidor peruano: cauto y estratégico

El consumidor peruano se ha convertido en un comprador más informado y exigente. La búsqueda del mejor valor por su dinero es una constante, lo que ha reducido la lealtad hacia las marcas tradicionales. La disposición a cambiar de marca por una opción más económica o que ofrezca mayores beneficios es cada vez más común.

Además, el consumidor actual combina diferentes puntos de venta, seleccionando aquellos que ofrecen las mejores condiciones según el tipo de producto que necesitan. Para los fabricantes, esto refuerza la importancia de tener presencia en todos los canales y ofrecer una variedad de formatos y precios que se adapten a las distintas necesidades.

Expectativas económicas y de consumo para 2025

A nivel macroeconómico, se prevé que la inflación se mantenga dentro del rango meta (alrededor del 2.7%) siempre que las condiciones climatológicas sean favorables. Sin embargo, sectores sensibles como energía y alimentos continuarán siendo vulnerables a choques externos.

Se anticipa un crecimiento del PBI cercano al 3%, impulsado principalmente por proyectos en minería e infraestructura que dinamizarán la economía y fomentarán la creación de empleo formal, especialmente en construcción y servicios. A pesar de ello, la informalidad seguirá siendo un reto estructural, manteniendo a una porción significativa de la población en condiciones vulnerables.

En este contexto, el consumo podría retomar tasas positivas de crecimiento desde los primeros meses de 2025, apoyado por una mayor estabilidad económica y mejores expectativas. Sin embargo, los consumidores peruanos seguirán cautelosos y ajustarán sus hábitos de compra frente a cualquier incertidumbre económica o política.

El punto de precio será un factor crítico para el segmento más vulnerable, haciendo esencial que los fabricantes y retailers ofrezcan surtidos accesibles tanto en precio como en tamaño. Por otro lado, un sector minoritario de la población con mayor recuperación económica buscará propuestas de valor diferenciadas, principalmente en supermercados e hipermercados.

Las tiendas de cercanía, lideradas por discounters y conveniencia, continuarán expandiéndose, consolidándose como un canal clave tanto por la preferencia del consumidor como por las estrategias de crecimiento de los principales retailers. No obstante, el canal tradicional mantendrá su posición como principal medio de abastecimiento para la mayoría de los peruanos.