Cómo la Internet de las Cosas potenciará al big data / Por: Alexis Zlocowski, Director de la práctica de Big Data para C&LA de Teradata
Cada vez se multiplican más los dispositivos conectados a Internet y con ello, la producción de información se acrecienta. La Internet de las Cosas o Internet of Things (IoT) abre paso a una nueva era del análisis de datos y proporciona a las empresas valiosas oportunidades, como lo es la posibilidad de cumplir con la entrega just in time de productos y servicios, adecuándose a las necesidades específicas de sus clientes. Asimismo, la integración de esta tecnología disruptiva al big data presenta enormes desafíos para aquellas compañías que se propongan aprovechar al máximo esta mayor cantidad de datos que tendrán en su poder.
La Internet de las Cosas equivale a que, a partir de ahora, no sólo las computadoras, smartphones y tablets están conectadas a la red, sino que también se suman billones de equipos interconectados, que abarcan desde sistemas de irrigación utilizados en la agricultura, a parquímetros, o bien, desde sensores que monitorean la salud humana, a incontables controles industriales. Por tanto, lo que la IoT revolucionará, es la forma en que las empresas utilizan y se benefician de una amplia gama de datos y aplicaciones, incluyendo el análisis de big data.
La IoT conduce a un aumento vertiginoso de los volúmenes de datos, lo cual demandará a las organizaciones un perfeccionamiento en la gestión y la seguridad de la información, como así también, mejoras en la entrega de datos. Por citar un ejemplo, en el sector de la logística, los datos ricos suplidos por sistemas analíticos están preparando el camino para un envío más rápido y seguro de todo tipo de productos. Una etiqueta inteligente adherida a un cartón puede enviar actualizaciones acerca de la temperatura, humedad, orientación y locación de un objeto frágil a medida que se mueve desde su origen a su destino. Estos insights permiten validar la integridad de esos productos a lo largo del ciclo de su transporte.
Asimismo, la IoT está revolucionando la forma en que las empresas producen, proveen servicios, operan líneas de producción y mantienen equipamientos. Por ejemplo, los distribuidores de comida pueden utilizar los datos que reciben de las cocinas inteligentes (“smart kitchens”) comerciales y residenciales para enviar automáticamente mercadería fresca, tan pronto las provisiones de comida etiquetadas comienzan a vencerse. Por otra parte, mecánicos automotores pueden monitorear los autos de sus clientes, sus problemas técnicos o eléctricos en desarrollo y sugerir acciones preventivas antes de que una falla mayor ocurra.
Los dispositivos conectados a Internet generan enormes caudales de datos estructurados y no estructurados que requieren ser procesados y analizados en tiempo real. La eclosión de datos, producto de la infraestructura de la Internet de las Cosas, y la correcta utilización de herramientas de big data, permitirá a las compañías expandir su frontera analítica permitiéndoles incrementar la eficiencia, reducir costos y crear nuevos modelos de negocios.
El reto para las organizaciones, entonces, es sacar ventaja de la información en constante crecimiento por medio de la incorporación de recursos tanto tecnológicos como humanos que permitan aprovechar dicha información como así también, la adaptación de sus procesos para aumentar la productividad y crear estrategias comerciales exitosas.