CONFLICTOS FAMILIARES: SEVERO GOLPE A LA PRODUCTIVIDAD DEL TRABAJADOR / Estudio elaborado por Farmilia

CONCLUSIONES DE LA INVESTIGACION

ü  El estrés en los trabajadores generado por los conflictos familiares afecta su desempeño laboral disminuyendo su productividad hasta en 30 por ciento.

ü  En Perú, al 2011 solo en Lima Metropolitana, habían 52 por ciento de parejas que no estaban manejando correctamente sus conflictos conyugales, según lo manifestado por sus propios hijos quienes sentían miedo cuando la pareja discutía. Las discusiones tenían como frecuencia una vez por semana.

ü  Un trabajador demora aproximadamente 48 horas en recuperar su productividad luego del conflicto.

ü  Las empresas pierden en consecuencia mensualmente el 12% de las remuneraciones mensuales porque el trabajador tiene conflictos familiares. Es decir, pagan el 100% pero solo obtienen el 88% de retorno, porque el trabajador bajó su productividad.

ü  Las causas del estrés generado por los conflictos familiares  se distribuyen entre conflictos generados por la pareja 37%, por los hijos 38%, por la familia de origen 12% y otros un 13%.

ü  En el 2011, se estimaron más de 4 millones de trabajadores de 15 y más años de edad casados y convivientes con mal manejo de conflictos conyugales.

ü  La deficiencia en habilidades socioemocionales por parte del trabajador impacta directamente en el manejo que pueda tener de los conflictos conyugales y del binomio trabajo-familia.

ü  El impacto habido por la disminución de productividad de los trabajadores, casados o convivientes, con conflictos conyugales mal manejados, que consideran que la pareja es una de las principales causas de estrés, ha llevado a que se haya dejado de producir en el 2011 aproximadamente 2.27 por ciento del valor del PBI generado en los sectores productivos: extractivos, de transformación y de servicios.

INTRODUCCION

¿Influye el conflicto familiar y/o conyugal en la productividad de las personas?

El conflicto trabajo-vida personal podemos considerarlo bidireccional, es decir, por un lado, cuando el trabajo interfiere en la vida privada (conflicto trabajo-vida personal) y por otro lado, cuando la vida personal interfiere en el trabajo (conflicto vida personal-trabajo). Tal conflicto crea tensiones o problemas al trabajador que vuelve incluso incompatibles los roles que cumple de pareja y/o padre (madre) con su rol de trabajador. Diversos especialistas señalan que el conflicto vida personal-trabajo es el que está más relacionado negativamente con actitudes y resultados a nivel organizacional.

El presente estudio trata el conflicto vida personal-trabajo enfocada a como los conflictos familiares y/o conyugales afectan la productividad del trabajador. Por la información disponible vamos a analizar cuanto del Valor Agregado Bruto (VAB) del Perú se ha perdido en el 2011 a causa de no manejar correctamente estos conflictos.

LA INVESTIGACION

En la encuesta del BM en Perú (2007-2008) que comprendió a 802 micro y pequeñas empresas,  los resultados mostraron que más del 40 por ciento de los empleadores tenían problemas en la contratación de trabajadores idóneos, fundamentalmente por la falta de habilidades socioemocionales relacionadas con la ética en el trabajo, confiabilidad, el trabajo en equipo, persistencia, adaptabilidad e iniciativa, entre otros^[1].

Esta problemática no se ha solucionado, según Gustavo Acha^[2] en los últimos años las empresas por necesidad han aumentado su inversión en capacitar a sus trabajadores destinando en los últimos años entre un 5 y 8 por ciento de su presupuesto en programas de capacitación y desarrollo de sus recursos humanos, teniendo como prioridad la formación de habilidades blandas (socioemocionales) tendientes a mejorar actitudes y comportamientos en el proceso de toma de decisiones, liderazgo, conducción de equipos, negociación, comunicación eficaz y gestión de proyectos.

La deficiencia de parte del trabajador en estas habilidades tiene que ver principalmente con su familia de origen que al no constituir una familia sana y sostenible, no generó las condiciones favorables para que pueda adquirir y desarrollar las habilidades mencionadas. Al no capacitarse en ellas la deficiencia se agudiza por el entorno cada vez más complejo y cambiante en el que vivimos y se manifiesta en el hogar y en el trabajo impactando negativamente ambos escenarios y a los que lo comparten con él, creando a la vez una interacción negativa entre la vida laboral y la vida personal (familiar).

Los conflictos conyugales, imposibles de evitar, al no ser manejados correctamente llevan a que el trabajador se estrese y con tal carga vaya a laborar afectando ineludiblemente su productividad. Tal impacto se manifestará en el trabajador en negativos efectos cognoscitivos, psicológicos, subjetivos, conductuales y fisiológicos y menor compromiso con la empresa, los cuales además de disminuir su productividad y la calidad del clima laboral, aumentará el riesgo de accidentes de trabajo, mermas, perdidas y fallas en los productos o servicios que genere.

En el Perú la tendencia de divorcios, separaciones y hogares disfuncionales en el país ha ido aumentando año a año, de tal manera que cada vez son más las personas que provienen o se desenvuelven en hogares conflictuados o disfuncionales. La investigación efectuada por FARMILIA en el 2011 sobre el impacto de las relaciones conyugales de los padres en los hijos[3], encontró que 52 por ciento de las parejas casadas o convivientes tenían mal manejo de sus conflictos conyugales y que el 65 por ciento tenían probabilidades (mayores o menores) de separación. Esto significa que todo un grueso de personas van a laborar con toda la carga negativa que supone esta realidad donde aumentan las parejas que fracasan en constituir familias sanas y sostenibles.

ESTIMACION DE TRABAJADORES QUE PERTENECEN A LA PEA OCUPADA QUE SON CASADOS O CONVIVIENTES Y QUE NO MANEJAN CORRECTAMENTE SUS CONFLICTOS CONYUGALES.

El INEI[4] estimó aplicando la hipótesis media que en el 2011 habrían 30 millones 361 mil 452 peruanos, donde la población de 15 y mas años en edad de trabajar representaría el 73 por ciento del total. De lo planteado por el INEI en su estudio[5], y en base a nuestros cálculos del promedio anual de crecimiento del PEA en el quinquenio del 2011-2015, hemos estimado la PEA de 15 años y más en el 2011 la cual a representar 46 por ciento del total de la población estimada para el 2011. Deduciendo la PEA no ocupada (5%)[6] tendríamos en el 2011 una PEA ocupada de 15 y más años que representaría el 44 por ciento de la población total estimada del país en el 2011.

En base a la composición porcentual habida en el 2010 de la distribución de la PEA según el INEI (27% en el sector primario, 16% en el secundario y 57% en el sector terciario de la producción) la cual aplicamos para el 2011, hemos estimado que en este año habrían 3 millones 579 mil y 672 personas que laboraron en el sector primario; 2 millones 121 mil y 287 en el sector secundario y 7 millones 557 mil y 86 peruanos en el sector terciario.

En los cálculos efectuados por FARMILIA en base al ENDES 2011 se estimó el porcentaje de casados y convivientes  (60%) el cual se ha aplicado para estimar la PEA ocupada en el 2011 de 15 y más años en edad de trabajar casados y convivientes. Tomando como base los resultados de la investigación efectuada por FARMILIA en el 2011 sobre el impacto de las relaciones conyugales de los padres en los hijos (52% de las parejas tenía mal manejo de sus conflictos conyugales), hemos estimado la cantidad de PEA ocupada de 15 y más años casados y convivientes con mal manejo de conflictos conyugales en el 2011 según sector productivo, que en total sumaria  aproximadamente más de 4 millones de trabajadores.

La PEA ocupada estimada de 15 y más años de edad que está conformado por trabajadores casados y convivientes va a representar el 60 por ciento de la PEA  ocupada total estimada para el 2011, siendo el sector terciario el que tendría el mayor porcentaje (34%).

La PEA ocupada estimada de 15 y más años de edad que está conformado por trabajadores casados y convivientes con mal manejo de los conflictos conyugales va a representar el 31 por ciento de la PEA  ocupada total estimada para el 2011, siendo el sector terciario el que tendría el mayor porcentaje (18%).

ESTIMACION DE TRABAJADORES QUE PERTENECEN A LA PEA OCUPADA CON NIVELES DE ESTRÉS ALTO A CAUSA DE LAS PREOCUPACIONES Y SUCESOS DE LA VIDA.

Los psicólogos Luis López y Javier Campos[7], consideraron como una de las causas que explica el estrés laboral del trabajador  la variable “sucesos y preocupaciones de vida”, tal la definieron como los hechos de la vida cotidiana de un trabajador que afectándolo positiva o negativamente, este tiene que asumir, p.e., pérdida de un pariente, un proceso de separación o divorcio, lucha por la custodia legal de los hijos o las pensiones alimenticias, sufrir un accidente laboral, etc.

La importancia o grado de valoración que tenga el trabajador  de estos sucesos y preocupaciones provocarán un reajuste o cambio significativo en su conducta de mayor o menor grado, como lo indican especialistas diversos[8].

Hay que anotar a la luz de lo planteado, que un trabajador conflictuado altera el ambiente laboral  que sumado a la falta de manejo por parte del colaborador de las situaciones conflictivas que enfrenta en el centro de trabajo y en el hogar, suele implicar aumento del estrés y por ende aumento del riesgo de accidentes laborales.

Este estudio plantea claramente que “Situaciones como el alcoholismo, las preocupaciones de vida o el nivel de endeudamiento suelen aumentar agresivamente los índices de accidentes, y por ende alteran de manera significativa, los procesos de producción aumentando los costos y generando otras disfunciones organizativas”.

En otra parte se señala que es muy importante el rol que juega el mismo trabajador en la generación de su propio estrés. Frente a una misma situación es posible encontrar en los colaboradores diversas respuestas (en presentación y calidad), en esto juega un rol importantísimo la historia de aprendizaje individual, cuan premunido haya estado y esté actualmente de conocimientos, técnicas y herramientas que lo pongan en condición de enfrentar y solucionar exitosamente las situaciones conflictivas que enfrente. Este mismo estudio indica que sería necesario en las empresas poner en práctica programas orientados al control de los factores ambientales estresores  donde  “puede resultar de utilidad destacar además, que estos programas deberían considerar, como factores protectores básicos, el mejoramiento de las relaciones laborales y las relaciones familiares” (el subrayado es nuestro).

Enfocándonos en los resultados obtenidos en el estudio mencionado sobre los niveles de estrés originados por las preocupaciones y sucesos de vida, se encontró que el 72 por ciento de los encuestados manifestó que esas preocupaciones y sucesos de vida les originaba un estrés alto, solo un 20 por ciento dijo que les causaba un estrés bajo.

Aplicando los resultados del estudio referido a la PEA ocupada estimada de 15 y más años en el 2011 en el país, enfocándonos en los trabajadores con estrés alto por las preocupaciones y sucesos de la vida cotidiana, habríamos tenido más de 19 por ciento respecto del total de ellos laborando en el sector primario, más del 11 por ciento en el sector secundario y 41 por ciento en el sector terciario, quienes en esas condiciones han laborado en las empresas. Ellos mas sus pares con estrés moderado y estrés bajo han generado un VAB de 202561897 (miles de nuevos soles a precios constantes de 1994) en el 2011.

La afirmación que algunos hacen de que “de la puerta (del trabajo) para afuera se dejan los problemas personales” es una frase hueca y subjetiva, en el estudio referido todos los trabajadores encuestados reconocieron que las preocupaciones y sucesos de la vida cotidiana les generaba estrés, la diferencia va en los niveles que les generaba y el estudio demostró que en la amplia mayoría estos niveles fueron altos.

Un estudio desarrollado por el Consejo Nacional de Seguridad Privada en el 2010 en México, encontró que el estrés laboral disminuye hasta en 30 por ciento la productividad del trabajador. Este porcentaje lo aplicamos para los trabajadores con niveles de estrés alto (que habrían producido solo al 70 por ciento de su productividad) para estimar cuanto habrían producido si este grueso de trabajadores hubieran manejado las preocupaciones y sucesos de la vida cotidiana, en este caso su productividad habría sido mayor lo que habría llevado a que se hubiera producido 31% más de lo que se produjo en el 2011.

PERU: PRODUCTO BRUTO INTERNO PERDIDO EN EL 2011 A CAUSA DE NO MANEJAR CORRECTAMENTE CONFLICTOS FAMILIARES Y/O CONYUGALES.

Con el fin de medir los niveles de estrés entre trabajadores de diversos países e identificar los principales factores que los desencadenan, Regus encuestó a más de 16 mil trabajadores de todo el mundo[9]. A ellos se les preguntó cuales han sido los principales factores que les produjo estrés en el 2011, parte de los factores considerados fueron: pareja, hijos y hogar.

El 17 por ciento de los encuestados manifestó que la pareja había sido un factor principal que le causó estrés en el 2011.

También se halló que el 10 por ciento indicaba a los hijos como una de las principales causas de estrés y 11 por ciento a los problemas en el hogar.

En este estudio hemos estimado el porcentaje de trabajadores de 15 y más años de edad que reconocieron que tenían estrés debido principalmente a la relación con la pareja. Para ello hemos estimado la cantidad de trabajadores del rango de edad mencionado casados o convivientes a partir de la ENDES del INEI del 2011, de allí hemos estimado cuantos están con conflictos conyugales en base a la investigación de FARMILIA que encontró que 52 por ciento de las parejas tenían mal manejo de sus conflictos conyugales. Finalmente en base al estudio de REGUS (donde 17% reconoce que su estrés es principalmente debido a la pareja),  hemos estimado según los sectores productivos el porcentaje de trabajadores de 15 y mas años de edad respecto del total de estos trabajadores, que tienen estrés por mal manejo de conflictos conyugales. Los resultados nos muestran que más del 31 por ciento del total de trabajadores tienen mal manejo de sus conflictos conyugales y más del 5 por ciento reconoce que esto es lo que principalmente lo estresa lo que equivaldría aproximadamente a mas de 701 mil trabajadores en esta condición.

Según la información proporcionada por el INEI, en el 2011 la suma del valor generado por el PBI extractivo que comprende los productos primarios de las actividades agropecuarias, pesqueras y mineras, del PBI del sector transformación que comprende a las actividades manufactureras y de construcción y del PBI del sector servicios que comprende a la electricidad y agua, comercio, transportes y comunicaciones, restaurantes y hoteles, servicios gubernamentales, financieros, seguros, alquiler de vivienda y otros servicios, en el 2011 ascendió a  202561897 (miles de nuevos soles a precios constantes de 1994), siendo el sector servicios el que más ha aportado (62.19%) y en segundo lugar el sector transformación (23.67%).

En base a lo señalado, considerando una baja de productividad del 30 por ciento originado por el estrés laboral y tomando solo el segmento de trabajadores que con mal manejo de conflictos conyugales considera como una causa principal de estrés la relación con la pareja, hemos estimado lo que ellos habrían producido en el 2011 si lo hubieran manejado correctamente. Las estimaciones nos indican que el PBI (de los sectores extractivo, de transformación y de servicios) que ellos hubieran producido, adicional al que produjeron en el 2011, habría sido 47 por ciento del que produjeron en el 2011. El impacto de la productividad analizada en el valor del PBI del 2011 generado en los sectores productivos mencionados, indica que se habría dejado de producir aproximadamente 2.27 por ciento de dicho valor.

RECOMENDACIONES

De las diversas investigaciones consideradas en este estudio fácilmente se deduce la importancia que tiene la capacitación de los trabajadores para adquirir y desarrollar habilidades socioemocionales que le servirán para ser un recurso humano más productivo y calificado, máxime que varias de ellas son transversales a todos los sectores productivos. Pero además sirven para construir una familia sana y sostenible que impactará positivamente al binomio familia – trabajo.

Diversos estudiosos[10] consideran las capacitaciones como un elemento que le permite a la empresa proporcionar una mejor calidad de empleo con lo que le será más fácil retener a sus trabajadores.

En nuestro país por las investigaciones efectuadas por el BM se sabe que una de las principales debilidades de la fuerza laboral es la baja provisión de habilidades “blandas”, que necesitan aprenderse y aplicarse en el centro de trabajo y en el hogar tomando en cuenta la naturaleza distinta que tienen.

De allí que se recomienda a las empresas:

ü  Ampliar y profundizar la responsabilidad social que estén llevando adelante con sus colaboradores y sus familias aplicando una política corporativa que coadyuve a que ellos puedan construir familias sanas y sostenibles.

ü  Capacitar a sus trabajadores en habilidades socioemocionales como herramientas para:

ü  Mejorar su desempeño laboral, profesional

ü  Profesionalizarlo en su rol de pareja y de padre/madre.

ü  Llevar adelante actividades que incluyan la participación del trabajador y su familia

ü  Promover en su marketing social valores que promuevan a la familia.

ü  Apoyar la labor desarrollada por instituciones que trabajen por el fortalecimiento familiar y conyugal

ü  En su publicidad no incluir contenidos que promuevan la vida individual, el egoísmo, la infidelidad, etc. que choquen con los valores de la familia.