El fin del largo matrimonio Wintel / Por: Fernando Grados, Analista Senior, Dominio Consultores
Todo tiene su final y este matrimonio no dio para más. Varias son las explicaciones de lo sucedido y vamos a ensayar algunas. Los primeros síntomas de la división se empiezan a percibir cuando Google entra al mercado con una diferente visión del negocio de software y servicios. No nos queda duda que ellos siempre estuvieron apuntando a Internet, mientras que Microsoft seguía mirando a sus productos estrellas como Windows y Office, tratando de sacarles el jugo y perdiendo cada vez más la visión del cliente y del mercado.
Curiosamente es posible que el primero en sacarle la vuelta al otro fue Microsoft porque empezó a apoyar a AMD, el ahora segundo fabricante de procesadores para computadoras más importante del mercado global. Esto porque probablemente querían asegurarse cubrir el mercado y que no fuese flanqueado por Linux, porque la gente de AMD estaba muy proclive a ese sistema operativo, permitiendo disminuir el costo total de propiedad al usuario. Luego Intel empezó a venderle procesadores a Apple, debido a que estos eran más baratos, potentes y de periódico desarrollo que los Power PC.
Pero los disparos vinieron también por otro lado. Mientras que Microsoft estaba distraído con Linux en desktops y servidores, en forma paciente Google iba desarrollando Android pero pensando en movilidad. Windows Mobile no ha tenido resultados exitosos como los que hoy recoge Android. Google preparó el ecosistema primero y después desarrollo el sistema operativo, estrategia que le dio mucho éxito. En el camino Arm, con la experiencia de PDA y celulares empezó a trabajar procesadores de menor consumo de energía, pensando siempre en la movilidad, ya que todo equipo móvil necesita que su batería dure lo más posible, y este sería el retador más importante para Intel ya que AMD no ha logrado alcanzar a Intel en la participación de mercado de desktops, portátiles y servidores.
Por otro lado Intel se distrajo con las OLPC, tratando de preparar una estrategia para combatirlas, enceguecidos ante la posibilidad de que el mercado educativo pudiera ser flanqueado por AMD. Pero no se dieron cuenta que el mercado a explotar estaba en ese momento entre las OLPC y las notebook, donde había un espacio de precios entre los US$ 200 y los US$ 650 que nadie ocupaba. Intel manda a fabricar su classmate para combatir a OLPC, producto que a pesar de sus mejores esfuerzos no logró un volumen adecuado por lo limitado de sus capacidades. Sin embargo Asus que fabricaba las Classmate, vió la oportunidad y decidió fabricar equipos de bajo costo con las mismas características técnicas de las classmate, pero con un diseño diferente. Como resultado un éxito en ventas y se tomó la iniciativa de llenar ese espacio vacío. A pesar de esto muchas marcas demoraron en reaccionar para entrar en el mercado de netbooks. Esto principalmente porque el diseño no vino de USA o algún país aliado tecnológico, sino que el concepto vino del éxito que tuvieron las OLPC en Sudamérica.
Mientras que esto sucedía, Apple apelando a su capacidad visionaria, puso en el mercado Iphone, y luego vendría la Ipad, revolucionando el concepto de movilidad y con un impresionante éxito.
A ningún especialista ni analista le quepa duda que la movilidad y la nube, son las claras tendencias marcadas por el beneficio de la ubicuidad para los usuarios. Esto ha empujado a Microsoft a buscar hacer negocios con Arm. Por su lado Arm ya está prometiendo procesadores competitivos para desktops y notebooks con lo cual Intel tendrá que luchar ahora con dos competidores (AMD y ARM).
Hoy día el número de smartphones ya supera al de PCs vendidas en un mismo periodo con un crecimiento exponencial, mientras que mañana las tablets ocuparán el lugar de las netbooks y de una parte de las notebooks y las desktops y como vemos en el siguiente cuadro, la mayor parte de los principales fabricantes no están sobre Windows ni sobre Intel:
En resumen, Intel es el menos afectado de ambos aliados en este proceso de infidelidades, gracias a su todavía importante participación en el mercado de desktops y servidores, mientras que la miopía de Microsoft sobre la movilidad hará que tengan que verse obligado a cambiar rápidamente de estrategia, de lo contrario la pérdida de participación de su sistema operativo le traerá graves problemas, esto sin contar la poca participación en la industria del entretenimiento (aplicaciones, juegos y música), en los cuales sus competidores han sabido sacar una buena ventaja estratégica. La era en la que la alianza Wintel marcaba la pauta de la industria ha muerto. Viva el nuevo rey…!!!!