La transformación hacia la empresa ideal Por Rodolpho Cardenuto, Presidente de SAP Latinoamérica
Hace menos de una década, las empresas se debatían en torno a problemáticas que hoy parecen prehistóricas: la gestión de distintas áreas de negocios con diferentes sistemas, el uso de planillas de cálculo externas para soportar procesos no abarcados por el software, lanzamiento de productos y servicios en base a la voluntad de la propia empresa en lugar de la de los clientes…
En estos pocos años, la aparición explosiva de nuevas tecnologías cambió el panorama por completo. La movilidad, la nube, big data, las redes sociales… Todos conceptos que modificaron de manera radical la forma de hacer negocios y, al mismo tiempo, crean de manera continua nuevas oportunidades. La empresa ideal es aquella que genera las capacidades para poder aprovecharlas. Hoy, es posible hacerlo, aun cuando los presupuestos sean exiguos. ¿Cómo? A través de la simplificación.
En el mundo de las empresas, la simplificación puede aplicarse a tres elementos: los procesos, la forma de consumir el software y la experiencia del usuario. Desde el punto de vista de los procesos, las empresas ideales son aquellas que logran simplificar sus operaciones en verdadero tiempo real: todas sobre una única plataforma que tenga el poder de hacer verdadera esta premisa. Tomemos como ejemplo lo que ocurre con la Ciudad de Buenos Aires, la cual se inunda terriblemente en temporada de lluvias, ocasionando cuantiosas pérdidas materiales y peor aún hasta pérdidas humanas. Hoy, con la plataforma HANA de SAP, el Gobierno de la ciudad puede monitorear el alcantarillado de las zonas más sensibles de la ciudad y saber, en tiempo real, cuales están tapadas, cuales necesitan mantenimiento y despachar inspectores de manera inmediata… ¿El resultado? Calles más limpias, cero inundaciones y ciudadanos más seguros y felices.
En cuanto a la forma de consumir el software, no es novedad que el mundo se está moviendo hacia cloud computing: un modelo que permite liberar valiosos recursos y dejar de invertir en costoso hardware para dedicar todo eso a la innovación, la fuente que hará crecer al negocio. La firma de consultoría IDC predice que la nube crecerá este año nada menos que un 50% en Latinoamérica.
En tercer lugar, las empresas deben apostar a que sus usuarios internos tengan la misma experiencia cuando usan las aplicaciones corporativas que cuando emplean sus apps en la vida cotidiana. Es decir, que puedan acceder desde cualquier dispositivo y resolver cualquier situación de manera fácil, en apenas un par de clics. La industria de salud ha logrado posicionarse rápido en este concepto, y las razones son obvias, la salud no puede ni debe esperar. Tomemos por ejemplo los pacientes que sufren de diabetes, una enfermedad en ascenso en América Latina. La división de diabetes de la empresa farmacéutica Roche, creó una aplicación móvil basada en la plataforma en la nube de SAP HANA para que los médicos controlen el progreso de sus pacientes en sus tabletas en tiempo real. De existir algún indicador o cambio, el médico puede contactar al paciente, brindando al paciente mayor seguridad en su tratamiento.
La empresa que logre simplificar estos tres puntos será más eficiente y efectiva y tendrá éxito a la hora de cerrar la famosa brecha entre estrategia y ejecución. Los empleados dejarán de enredarse en la complejidad cotidiana y utilizarán su valioso tiempo para completar tareas que impacten de verdad en el cumplimiento de la estrategia. Además, la empresa ideal libera recursos para innovar: el objetivo no es mantener el barco a flote, sino invertir en aquellos aspectos que permitan dejar atrás a los competidores.
La suma de eficiencia e innovación, por otra parte, repercute en clientes más satisfechos con su experiencia de contacto con la compañía y, como consecuencia final, en mayores ingresos. Porque la empresa ideal no acumula una cantidad enorme de datos sobre sus clientes, sino que sabe qué hacer con esos datos, los utiliza para brindar a cada consumidor una experiencia única y personalizada, para saber por qué canal, en qué momento y en qué lugar cada cliente quiere interactuar con ella.
Los negocios continuarán transformándose. La única manera de ingresar al próximo nivel de competitividad es mantener de manera continua el espíritu innovador. Y para eso, la receta es simplificar todo para poder lograr más.