Mujeres en el mundo B2B: el reto de jugar un rol propio / Por: Claudia Vásquez – Vicepresidente de Ventas – CA Technologies Norte de Latinoamérica
En ámbitos tradicionalmente asociados a los hombres, como las empresas B2B del sector IT, las mujeres estamos demostrando cómo y cuánto podemos aportar.
Las mujeres estamos cada vez más inmersas en el mundo de los negocios. Como emprendedoras o como líderes de grandes corporaciones, hemos ido ganando espacios propios en medio de desafíos de todo tipo. Lo interesante es que, más allá del imprescindible avance cuantitativo, muchas de nosotras estamos dejando un sello particular, marcando determinados estilos de trabajo o irrumpiendo con una personalidad y una energía características.
Cada escenario corporativo, sin embargo, tiene su propia historia e inclusos sus reglas no escritas. En las empresas tecnológicas del tipo B2B (“Business to Business”) las mujeres enfrentan –enfrentamos- un entorno singular que históricamente ha estado asociado a los hombres. ¿Significa esto que debemos adoptar algunas estrategias específicas? ¿Debemos incorporar las formas de trabajo ya imperantes en el sector o identificar y poner en práctica aquellas fortalezas inherentes a nuestro género?
Considero que antes de responder satisfactoriamente a estas preguntas, es necesario no pasar por alto dos cuestiones. En primer lugar, debemos desmitificar el panorama de la mujer en el sector de IT y, en segundo lugar, tenemos que tener en claro cuáles son las potencialidades que puede tener nuestro rol en compañías del tipo B2B. Pero vamos parte por parte.
Mujeres en compañías IT: percepciones y hechos
A primera vista, no podemos negar que existe la impresión de que el rubro tecnológico está prácticamente monopolizado por los hombres. Más allá de algunos nombres trascendentales como Sheryl Sandberg (Facebook) o Marisa Meyer (quien está a la cabeza de Yahoo! desde 2012), el “gran público” no conoce a mujeres que estén al frente de firmas tecnológicas. Sin embargo, tal como reconoce la emprendedora Amanda Aitken, se trata también de una cuestión de “prensa”: “Existe la percepción de que sólo los hombres están en esto, pero si nosotras habláramos más sobre nuestros trabajos, habilitaríamos a otras mujeres a participar”.
Más allá de las percepciones, el panorama profesional de las mujeres en el sector tecnológico registra notables avances. En Estados Unidos, según reportes recientes, el 46% de las nuevas posiciones en la industria fueron ocupadas por mujeres el año pasado. Simultáneamente, la brecha salarial de género en el rubro se ha acortado considerablemente.
B2B: mucho por aportar
Entre las empresas que hacen negocios con otras empresas, el número de mujeres ocupando posiciones clave también se ha incrementado en los últimos años. El impacto de este ascenso, sin embargo, apenas comienza a ser analizado ahora, considerando no sólo el aspecto cuantitativo sino, especialmente, el cualitativo.
En este sentido, son valiosas las conclusiones de un reciente estudio de la consultora británica A.T Kearney entre 200 compañías que operan en Reino Unido (en un abanico amplio que incluye desde incipientes startups locales hasta firmas globales como HSBC). El reporte, publicado recientemente por The Economist, refleja que las mujeres del “mundo B2B” tienen conductas distintivas a la hora de gestionar los negocios.
Inna Baigozina, una de las responsables del estudio, destaca que las mujeres que toman decisiones importantes en este tipo de compañías lo hacen, por lo general, de un modo muy distinto a los hombres. Así por ejemplo, ellas se muestran mucho más eficientes a la hora de generar y sostener los vínculos. Además, poseen una visión más amplia de los intereses de su compañía y no están tan interesadas como los hombres en cuestiones formales como los agasajos y las “cenas de negocios”. Estas virtudes representan una auténtica “commodity” para las compañías B2B, en las que la construcción de relaciones comerciales sólidas constituye un factor crucial.
Inclusión y competitividad
Tanto los hallazgos de la investigación de Kearney como las cifras que reflejan una sostenida incorporación de las mujeres en los sectores IT de la economía nos permiten ser muy optimistas de cara al futuro.
Con nuestra personalidad y nuestras fortalezas, las mujeres podemos imprimirle un estilo propio a nuestra forma de trabajo y, al mismo tiempo, aportarles grandes beneficios a las firmas que nos contratan. Por eso, aún en ámbitos que por razones culturales parecían poco amigables para los roles femeninos, hoy podemos demostrar que inclusión y competitividad son valores que van de la mano.