La nube verde / Por: Pablo Massis, Country Manager de Soluciones Orión
Desde hace ya algunos años el cloud computing está marcando tendencia. Sus ventajas, como reducir costos y aumentar la productividad, son algunos factores que han incentivado la adopción de este tipo de plataforma en muchas empresas.Sin embargo, estos no son los únicos beneficios. Gracias a la nube se ahorra en consumo energético y recursos naturales, reduciendo las emisiones de carbono y contaminantes derivados y, de paso, contribuye en el ahorro de dinero en el proceso.
La adopción de una plataforma basada en la nube, como Google Apps for Business, podría permitir a las empresas, según cifras informadas por Google, un ahorro en el consumo energético entre el 65% y el 80%.
Un ejemplo concreto del ahorro energético expuesto por Google en uno de sus blogs, es el caso de la General Services Administration (GSA), agencia de Estados Unidos que ayuda a gestionar el funcionamiento de las agencias federales del país. La GSA, cuenta con 17.000 usuarios de Google Apps. Bajo esta premisa, este organismo ha declarado haber reducido el consumo de energía por servidores en casi el 90% y las emisiones de carbono en un 85%; mientras que el ahorro anual estimado a ese descenso del consumo energético es de US$ 285.000, un 93% menos de lo que se destinaba anteriormente.
La causa de este ahorro es simple: la organización típica de medianas y grandes empresas debía contar con grandes servidores para copias de seguridad, fallas y momentos de alto funcionamiento, de modo de garantizar el correcto trabajo de sus sistemas. El consumo generado por estos enormes aparatos, sin duda, significaba importantes costos para la organización.
Sin embargo, los sistemas en la nube eliminan esos costos -que ahora pasan a la empresa que entrega el servicio-, al permitir un pago “on demand”, es decir, se paga cuando se usa. Además, los servidores utilizados por los proveedores están optimizados para ofrecer un consumo menor, con sistemas diseñados, por ejemplo, para ahorrar en refrigeración. En este sentido, Google ha comentado que sus instalaciones utilizan recursos naturales como fuente de energía y cuidan su impacto para no contaminar.
Las estimaciones sobre lo que podrían ahorrar grandes compañías en el mundo al trasladarse al cloud computing son decidoras. Por ejemplo, según cifras de Google, en Estados Unidos las firmas dejarían de gastar hasta US$ 12.300 millones pasándose a la nube, reduciendo, adicionalmente, las emisiones de carbono, protegiendo de esa manera al medio ambiente.
Otra acción verde gracias a la nube, es la importante reducción del uso de papel. El surgimiento del concepto “paperless”, relacionado de manera directa con este tipo de tecnologías, no sólo permite disminuir la explotación de los bosques y celulosa (base del papel), sino que también ayuda a mejorar los procesos de ordenamiento y búsqueda de información. Hoy, sin duda, la creación de documentos en la nube, la digitalización del papel existente y los algoritmos de búsquedas son la mejor manera de tratar la gestión documental.
Adoptar una plataforma en la nube responde a las necesidades empresariales actuales y de paso, al concepto de responsabilidad social empresarial. Como se ha explicado, este traslado tiene un positivo impacto medioambiental que trae beneficios tangibles y relevantes para la empresa.
Es de esperar que el camino de la innovación siga avanzando en dirección a la protección del medio ambiente, y, en esa senda, el uso de la nube es un primer paso para un futuro energético más eficiente y una conciencia ambiental mucho más potente.