La era digital ya es parte de nuestras vidas, aprovechemos los recursos para un mejor bienestar y desarrollo del país
- Escrito por Gustavo Castillo Sini
Nuestro compromiso con el país y como Asociación de Usuarios de Tecnologías de Información más importante del Perú y de Latinoamérica, nos exige incidir constantemente en el desarrollo de los temas de la sociedad de la información y de las tecnologías, debido a que éstas, si bien son utilizadas por un buen de número de personas, no son aprovechadas eficientemente por la población en general, para lograr un mejor bienestar de la sociedad, promover el conocimiento y digitalización de la información e impulsar el avance tecnológico y empleo.
Pero, ¿qué factores impiden este aprovechamiento de las ventajas del mundo digital? En primer instancia, consideramos que la falta de educación, entrenamiento y capacitación de los usuarios; seguido el factor económico para acceder a las tecnologías, y finalmente el aprovechamiento adecuado de los servicios digitales locales y globales para digitalizar la información y mantenerla actualizada. Este último punto es muy importante tenerlo presente para hacerle frente a los desafíos y retos que impone el mercado, y liderar desde nuestra posición los diversos sectores del mercado.
Los esfuerzos para afrontar esta problemática han quedado reducidos en el tiempo por el avance vertiginoso de la tecnología y, por la desidia de las fuerzas políticas que tienen a cargo la conducción del país. Por ello, consideramos importante colocar estos temas en la agenda política de las próximas elecciones congresales y presidenciales, a fin de promover la integración de nuestros recursos y riquezas naturales en el interior como en el exterior a través del uso adecuado de las tecnologías, generando así divisas y mejor calidad de vida de las personas y desarrollo de los productos; acorde a las exigencias y estándares internacionales. Todo gracias al aprovechamiento de la globalización y de los recursos digitales.
La globalización, como señalábamos en la editorial anterior, puede ser una amenaza o una oportunidad. Algunos la consideran un proceso beneficioso y una clave para el desarrollo económico futuro en el mundo, mientras que otros la ven con hostilidad, incluso temor, debido a que consideran que suscita una mayor desigualdad dentro de cada país y entre los distintos países, amenaza el empleo y las condiciones de vida y obstaculiza el progreso social.
En su aspecto más básico la globalización no encierra ningún misterio. El uso de este término se utiliza comúnmente desde los años ochenta, es decir, desde que los adelantos tecnológicos han facilitado y acelerado las transacciones internacionales comerciales y financieras. Se refiere a la prolongación más allá de las fronteras nacionales de las mismas fuerzas del mercado que durante siglos han operado a todos los niveles de la actividad económica humana: en los mercados rurales, las industrias urbanas o los centros financieros. Los mercados promueven la eficiencia por medio de la competencia y la división del trabajo, es decir, la especialización que permite a las personas y a las economías centrarse en lo que mejor saben hacer. Gracias a la globalización, es posible beneficiarse de mercados cada vez más vastos en todo el mundo y tener mayor acceso a los flujos de capital y a la tecnología, y beneficiarse de importaciones más baratas y mercados de exportación más amplios. Pero los mercados no garantizan necesariamente que la mayor eficiencia beneficiará a todos. Los países deben estar dispuestos a adoptar las políticas necesarias y, en el caso de los países más pobres, posiblemente necesiten el respaldo de la comunidad internacional a tal efecto.
Esperamos que las entidades políticas que aspiran a gobernar nuestro país tomen conciencia del papel fundamental que en nuestros días ejercen las tecnologías y el ser parte de un mundo globalizado, para que en sus próximas propuestas del 2006, éstas se encuentren incluidas y expuestas a la ciudadanía. Es importante resaltar que un país sin tecnología, es un país sin desarrollo.
El Editor
Pero, ¿qué factores impiden este aprovechamiento de las ventajas del mundo digital? En primer instancia, consideramos que la falta de educación, entrenamiento y capacitación de los usuarios; seguido el factor económico para acceder a las tecnologías, y finalmente el aprovechamiento adecuado de los servicios digitales locales y globales para digitalizar la información y mantenerla actualizada. Este último punto es muy importante tenerlo presente para hacerle frente a los desafíos y retos que impone el mercado, y liderar desde nuestra posición los diversos sectores del mercado.
Los esfuerzos para afrontar esta problemática han quedado reducidos en el tiempo por el avance vertiginoso de la tecnología y, por la desidia de las fuerzas políticas que tienen a cargo la conducción del país. Por ello, consideramos importante colocar estos temas en la agenda política de las próximas elecciones congresales y presidenciales, a fin de promover la integración de nuestros recursos y riquezas naturales en el interior como en el exterior a través del uso adecuado de las tecnologías, generando así divisas y mejor calidad de vida de las personas y desarrollo de los productos; acorde a las exigencias y estándares internacionales. Todo gracias al aprovechamiento de la globalización y de los recursos digitales.
La globalización, como señalábamos en la editorial anterior, puede ser una amenaza o una oportunidad. Algunos la consideran un proceso beneficioso y una clave para el desarrollo económico futuro en el mundo, mientras que otros la ven con hostilidad, incluso temor, debido a que consideran que suscita una mayor desigualdad dentro de cada país y entre los distintos países, amenaza el empleo y las condiciones de vida y obstaculiza el progreso social.
En su aspecto más básico la globalización no encierra ningún misterio. El uso de este término se utiliza comúnmente desde los años ochenta, es decir, desde que los adelantos tecnológicos han facilitado y acelerado las transacciones internacionales comerciales y financieras. Se refiere a la prolongación más allá de las fronteras nacionales de las mismas fuerzas del mercado que durante siglos han operado a todos los niveles de la actividad económica humana: en los mercados rurales, las industrias urbanas o los centros financieros. Los mercados promueven la eficiencia por medio de la competencia y la división del trabajo, es decir, la especialización que permite a las personas y a las economías centrarse en lo que mejor saben hacer. Gracias a la globalización, es posible beneficiarse de mercados cada vez más vastos en todo el mundo y tener mayor acceso a los flujos de capital y a la tecnología, y beneficiarse de importaciones más baratas y mercados de exportación más amplios. Pero los mercados no garantizan necesariamente que la mayor eficiencia beneficiará a todos. Los países deben estar dispuestos a adoptar las políticas necesarias y, en el caso de los países más pobres, posiblemente necesiten el respaldo de la comunidad internacional a tal efecto.
Esperamos que las entidades políticas que aspiran a gobernar nuestro país tomen conciencia del papel fundamental que en nuestros días ejercen las tecnologías y el ser parte de un mundo globalizado, para que en sus próximas propuestas del 2006, éstas se encuentren incluidas y expuestas a la ciudadanía. Es importante resaltar que un país sin tecnología, es un país sin desarrollo.
El Editor